El miércoles 21 de noviembre los 752 eurodiputados votaron en la sede del Parlamento Europeo de Estrasburgo dos informes sobre el gas de lutitas (shale gas) con los resultados ya conocidos y que la industria considera como un éxito.
El día anterior a la votación, el 20 de noviembre, de forma encubierta, tras el disfraz de una supuesta «coalición de ciudadanos» denominada «Energía Responsable» (Responsible Energy), la industria interesada en la explotación del «shale gas» o gas de lutitas, organizó en el vestíbulo del Parlamento Europeo una Exposición titulada «Cómo el Shale Gas transformará Europa».
La finalidad era evidentemente intentar convencer a los eurodiputados de que el gas de lutitas no tiene riesgos ambientales y que no es necesaria una mayor regulación. El objetivo era claro, condicionar el voto de los eurodiputados para que fuese favorable a los intereses de la industria.
El evento fue organizado por tres eurodiputados conservadores, entre los que se encontraba el español Alejo Vidal-Quadras, a quienes no importó romper las reglas que rigen las exposiciones en los locales del Parlamento que previenen de la promoción de intereses comerciales.
La autodenominada «Coalición Ciudadana Energía Responsable» (Responsible Energy Citizens Coalition) se presenta en su web como una asociación de personas físicas, representantes de gobiernos autónomos y de entidades locales, así como de organizaciones sociales. Su propósito es promover el desarrollo del gas de lutitas en Europa y su web está repleta de propaganda en la que se presenta el gas de lutitas como bueno para el medio ambiente, seguro y con muchos beneficios de todo tipo. Algo parecido a lo que hacen los de «shale gas España».
La pregunta clave es de donde proceden los fondos con los que se financia esta «coalición de ciudadanos». La respuesta es la que nos imaginábamos. De las empresas con intereses en el desarrollo comercial del gas de lutitas. Este dato sin embargo no se hacía visible en la exposición que hicieron en el Parlamento Europeo, ni en su web.
Esta supuesta «coalición de ciudadanos» está financiada por PGNiG, KGHM y LOTOS. PGNiG es la mayor empresa de gas y petróleo de Polonia y tiene la mayoría de las licencias de explotación de gas de lutitas en aquel país. Esta empresa tiene experiencia previa en campañas de este tipo. En 2011 puso en marcha una campaña denominada «Llama de la Esperanza» destinada a convencer a los eurodiputados para que se abstuvieran de realizar actividades que pusieran obstáculos a la exploración y explotación del gas de lutitas.
Esta coalición, financiada por la industria del gas, además de la Exposición, envió una carta a todos los eurodiputados antes de la votación del día 21 para pedirles que votasen en contra de la propuesta de prohibición de la fractura hidráulica, en la que aprovechaban para hacer propaganda del gas de lutitas como la única alternativa que puede asegurar un suministro de energía a precios razonables, independencia energética, reducción del CO2, creación de puestos de trabajo y, en definitiva, la reactivación de la economía europea. Por medio de esta carta, en la que no se informaba de la participación de las empresas que financian la coalición, también se invitaba a los diputados a asistir a la Exposición que se celebraría en los locales del Parlamento Europeo.
A los eurodiputados que participaron en la organización de este evento se les debería exigir que rindiesen cuentas por ello. Así mismo debería exigirse responsabilidades a quienes deberían vigilar que el Parlamento Europeo no sea utilizado por intereses corporativos encubiertos.
Más información en: corporateeurope.org